Esta es la historia:
Varios amigos medios lolos, medios cuicos, con breve ahorro pero generoso auspicio paterno decide poner un negocio de helados. A los chiquillos les gustan los helados, pero nadie sabe mucho cómo hacerlo.
De repente se les ocurren buenas ideas (helados de copetes), tienen las tremendas máquinas, arriendan local, ponen cartel y mesas con estilo.
¿Qué resulta?
Buen local, buenas máquinas, servicio leeento (todos los chiquillos "crean helados", nadie "hace helados") y helados menos que reguleques.
La historia es pura ficción a partir de lo observado, pero no debe andar tan lejos.
Lo que es seguro es que si anda en busca de helados, desde los de a $100 de la micro hasta el Sebastián en providencia andan mucho mejor que este Barhelado.

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